Buen resultado aunque nadie sabe còmo consiguiò estar ahì. Tal vez otras personas no lo sepan, pero tù lo sabes y lo tienes claro: fue por el compromiso con la meta que te propusiste, con obtener resultados.
Estar involucrada con alcanzar la meta que te fijaste puede ser placentero aunque para lograrlo hayas tenido que atravesar momentos solitarios, dolorosos y desgastantes. Conectar con tu propòsito, con el “para què” de tu dìa a dìa hace que puedas ver como desafìos y no como obligaciòn los esfuerzos que demanda trabajar para alcanzar resultados.
Nadie dijo que serìa fàcil asì que considera que hay 3 elementos que debes valorar para que llegar a la meta sea un camino de satisfacciòn.
Fuerza interior. Necesaria para guiarte como un estìmulo para seguir adelante. ¿Hay obstáculos que vencer? Seguro, por eso has tenido 50 años de aprendizaje para hacerle frente a las adversidades. ¿Te asusta el camino que falta para terminar el recorrido y alcanzar tu realidad soñada? Posiblemente, por eso siempre debes tener a la mano (escrita y a la vista) tu propia visiòn de futuro para que, si te asaltan las dudas, puedas despejarlas con lo que te propusiste en el punto de partida.
Confianza en ti misma. Necesaria para creer en los resultados que eres capaz de lograr. Anota todas tus ideas en un papel incluso las que pueden parecer màs difìciles de concretar. Ya tendràs tiempo para eliminar o redefinir esas sensaciones. Mientras tanto, no descartes nada y no te conviertas en una jueza demasiado severa de tus propios proyectos.
Celebrar tus logros. Descubrir cada tanto tus avances, concreciones y objetivos alcanzados, por pequeños que parezcan, siempre es importante porque refuerzan tu confianza. Aportan satisfacciòn, contribuyen a tu motivaciòn porque te pueden alimentar de alegrìa y bienestar cotidianos.
¿Empiezas desde hoy?
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